Pollitos, a la vanguardia.


Artistas frente al mundo. Nuestros Pollitos.
Los Pollitos liberaron el color y la fuerza de las formas geométricas. Inspirados en Improvisación 19, la obra de Vasili Kandinski  de 1911[1], los más chiquitos del Jardín tomaron la vereda y dejaron sus huellas.

¿Qué es esto? Se preguntan los chicos al pasar. Eso es arte.

“El pintor pinta no lo que ve, sino lo que siente,
lo que se dice a sí mismo sobre lo que ha visto” (Pablo Picasso)

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Para Vasili, el arte pertenece a la vida espiritual y es uno de sus más poderosos agentes.
La pintura no debe depender de las formas exteriores. La obra de arte es el resultado de una asociación obligatoria de elementos formales — tomados de la realidad exterior—  y de elementos espirituales: las resonancias íntimas.
A los que miran, los colores les pueden evocar un efecto puramente físico (el ojo, encantado por la belleza de los colores) y otro efecto, más profundo, que causa una vibración del alma o una "resonancia interior”: el color toca el alma misma.
Pintar lo que se siente. Se siente bien,  ¿verdad?


[1] En  1911 Vasili Kandinski fundó en Münich, junto con  otros artistas, el movimiento expresionista Der Blaue Reiter (El Jinete Azul).