Involucrar a los niños con la cocina desarrolla
la personalidad y fortalece los vínculos.
Los más chiquitos del Jardín,
estuvieron haciendo cosas de grandes: prepararon un clásico: Turrón de Avena.
«Comer es en sí mismo un acto de compartir, pero al cocinar en lo que cada
uno hace y aporta alimenta a los otros y eso brinda un placer invaluable para la
familia que, más que nada, comparten su amor”[1]
Involucrar a los niños en las actividades cotidianas es muy importante
para el desarrollo armónico de su personalidad. Aprender a elaborar alimentos
fortalece el rol de cada una de las personas que intervienen en la acción, hace
que sea más sencillo asumir normas y responsabilidades cotidianas y ayuda a
generar buenos hábitos alimenticios.
El hecho mismo de cocinar implica seguir una receta, que en términos
prácticos se traduce en el seguimiento de una norma. Las normas a seguir a la
hora de cocinar resultan interesantes para evidenciar que tienen su razón de
ser, su sentido y que seguirlas nos garantiza que nuestra preparación resulte
exitosa.
«Cocinar puede ser para el niño una manera de adquirir confianza en sí
mismo, de dar a conocer a los demás sus creaciones y de sentirse valorado por
lo que ha hecho».
¡A los chicos les encanta! Es una actividad novedosa que les da un rol
distinto al habitual, los hace hacer “cosas de grandes”.
Lo mejor es empezar con indicaciones simples, con instrucciones cortas y
precisas y algo muy importante: dar lugar al error, para que los chicos puedan
involucrarse directamente sumando disciplina y creatividad.
Turrón de Avena
- 2 paquetes de Criollitas (o similar)
- 150 grs de manteca
- ½ taza de leche
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de cacao en polvo
- 2 tazas de avena
- Esencia de vainilla (a gusto)
Derretir a fuego medio, en una cacerola, la manteca, el azúcar y la leche. Agregar la esencia, el chocolate y la avena. Mezclar hasta formar una
mezcla fluída. Armar una capa de galletitas sobre una fuente y sobre las
galletitas, una capa de la mezcla de avena. Repetir tres veces. En la última capa
cubrir con la mezcla todo el turrón. Enfriar tres horas en la heladera.
¡Listo para servir y saborear!
[1] Corinne Albaut, escritora francesa, autora de «31 postres para pequeños
chefs».